Saturday, May 5, 2012

Sesión XII:

–“ Qué cerca está el amor de la muerte. ”


–“ Mucho más de lo que usted se imagina Doctor. ”


Esta vez había sido yo quién había tomado la iniciativa de la sesión porque cada vez me interesaba más saber lo que estaba pasando con Elianna, y de alguna forma yo sabía que mediante él yo podría saberlo…


–“ Por eso al orgasmo le llaman la muerte pequeña. ”


–“ Bueno, cuando una mujer se entrega lo hace sin límites Doctor y, en        ese sentido, son mucho más fuertes que el hombre que siempre se        guarda algo porque tiene miedo,
       miedo de ser controlado,
       miedo de perderse… ”


Hablando de perderse, Elianna seguía perdida, y yo también.

De hecho me costaba concentrarme en una entrevista que en otras circunstancias hubiera cautivado todo mi interés, sobre todo tratándose de un ser tan misterioso como el que estaba sentado frente a mí, pero es que Elianna ocupaba todo mi pensamiento…

¿ Donde podría estar ahora ?


–“¿ Es por eso que usted nunca se ha entregado ?”


-“¿ Cómo dijo doctor ?”


–“ El otro día me describió lo que una mujer sentía por usted, pero usted no me dijo lo 
    que usted sentía por esa mujer y dudo que sienta lo mismo por ella. ”


–“ Yo la amo doctor… ”


–“ No.
       Usted es amado, usted siempre ha sido amado aunque quiere pensar que usted ama. ”


–“ Y que le hace pensar que yo no amo.
     Usted doctor que tan poco ha amado. ”


Si, él tenía tanta razón.
Lo que es más: Durante un momento no sabía yo si estaba hablando con él o conmigo mismo. Para el caso era igual porque en realidad me iba convenciendo cada vez más de que él era yo…
o yo era él.

Y por eso continué:


–“¡ Ah ! 
       Pero es que usted y yo somos tan parecidos…
       Como diferentes versiones de lo mismo, pero en el fondo tenemos los mismos 
       problemas.

       De otra manera usted no estaría aquí.
       Porque usted tiene miedo de morir igual que yo tengo miedo de amar.
      
       Y al final hablamos de lo mismo.
      
       Del miedo a la entrega total y final…
      
       Y yo ya no tengo miedo…
      
       Y mientras las mujeres que se enamoran de usted literalmente mueren por usted, 
       usted en cambio sigue aquí…
      
       El problema no es entonces de adaptación o de inmortalidad, el problema es de tener
       el valor de perderse…
       de entregarse…
       de morir junto con su amante… ”


Se me quedó viendo sin decir nada.

Se me quedó viendo durante una eternidad.


–“ Creo Doctor que usted ha resuelto todos nuestros problemas en esta sesión.

       El mío, el suyo y el de la mujer que amamos… ”


Y por primera vez lo vi acomodarse la capa y salir del consultorio, sin que el sol me sorprendiera.

Sin que el tiempo pasara sin sentir.

Esta vez el tiempo era real.

Esta vez el reloj caminaba.

Esta vez yo decidí quedarme un tiempo a pensar.

En mi… en él… en Elianna.

Tenía que seguir buscando a Elianna, porque esta vez yo tenía la respuesta.

Yo la amaba …

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