Thursday, November 24, 2011

Sesión VII:

La sensación de volar es intoxicante, es como una droga que estimula todos los sentidos, sobre todo cuando se vuela desnudo.

Todo se siente, cada parte del cuerpo, cada nervio, cada músculo.

Y la piel se convierte en un receptor de sensaciones…
viento, frío, agua…
ligereza, falta de peso…
el roce de otra piel…
el orgasmo absoluto…

Al principio, los colores eran de un tinte morado y naranja… y azul.
Y con la misma velocidad que aparecían, desaparecían, hasta dejar sólo el azul profundo y la tersura blanca de la luz de la luna.

La primera vez que vi venir hacia mí una nube, me protegí instintivamente, como cuando ve uno aproximarse un choque con algo sólido, y no fue hasta que estaba dentro de la nube que abrí los ojos.

La sensación era de un vapor frío, blanco… en cuyo centro había un remolino de viento que me lanzaba hacia arriba, o hacia abajo, a estas alturas era difícil decir porque estaba totalmente desorientado.

Y dentro de esta desorientación, me costaba trabajo distinguir entre el vuelo dentro de la nube y mi penetración dentro del cuerpo de Elianna.

Todo era parte de la misma sensación, y volar era hacerle el amor a ella y hacerle el amor era volar, sin saber donde empezaba lo uno y donde terminaba lo otro …

La experiencia completa fue como una droga que ahora comenzaba a necesitar.

Esto me hacía sentir vulnerable  porque él no estaba allí para enseñarme como volver a hacerlo. Y yo sólo no podía hacerlo.

Ya lo había intentado sin resultado…

¿ Y Elianna ?

¿ Donde estaba Elianna ?

Había tratado de encontrarla durante todo el día y ahora se acercaba la noche…

y sólo me quedaba esperar...
Nunca pensé que Elianna pudiera hacerme sentir lo que me hizo sentir durante el fin de semana... de hecho, nunca pensé que ninguna mujer me hiciera sentir lo que sentí con Elianna.

Y si debo ser sincero, nunca pensé que yo pudiera hacer sentir a una mujer lo que hice sentir a Elianna …

…Nunca pensé que podría hacer el amor sin parar durante tres días seguidos. Lo había pensado, pero mi fantasía nunca se hubiera acercado a la realidad y eso lo sé ahora…

La noche llegó, con la luna aún alumbrando todo.
Y me comencé a sentir solo.

Hoy no habría visita de mi querido paciente...hoy no habría forma de volar y, sobre todo, hoy no llegaba Elianna.

El amanecer me sorprendió sentado en la cama.
Vestido.
Con el teléfono roto al lado de la cama.

¡ Maldito instrumento de tortura !

Tan eficiente para comunicar y tan vengativo cuando no se puede encontrar a la persona que se quiere…

Ni en su estudio, ni con sus amigas, ni con sus padres… su celular había estado desconectado desde que se fue.

Se la había tragado la tierra…
¿  O había tenido algún accidente ?

Esto lo desechaba porque sabía que no era más que una fantasía mía para negar su existencia… o más bien, su ausencia.


–“¿ Porqué tan preocupado Doctor ?”


Creo que esta vez, aunque hubiera entrado tocando tambores no le hubiera escuchado.

Yo había llegado al consultorio como caballo lechero, por hábito. Pero mi mente seguía pensando en los labios de Elianna, en su cabello, en sus gritos y sus sollozos…
y sin embargo contesté :
–“¿ Perdón ?”


–“ No se le ve tan eufórico como la última vez. ”


–“¿ Donde está ?”


–“¿ Quién ?”


–“ Mi mujer. ”


–“¿ Elianna ?”


–“ Si. Elianna. ”


–“ …Donde siempre ha estado. ”

–“ No, ella no está en casa
       …ni en ninguna parte. ”


–“ Yo no me refería a un lugar físico Doctor… ”

–“¡ Entonces a que se refiere usted !? ”


–“ Me refiero a que ella está en el mismo lugar donde usted la ha puesto dentro de su mente…dentro de su... ¿ esquema ? ”


–“¿ Cómo ? ”


–“ Su mujer está donde usted quiere que ella esté. En especial una        mujer como la suya… una mujer que necesita tanto ser amada. ”


–“ No entiendo. ”
Con una expresión de gran paciencia, suspiró profundamente y como quién se dirige a un niño me preguntó :


–“¿ Cuando usted pensaba en Elianna hace unas semanas, donde estaba ? ”


–“ En casa. ”


–“¿ Estaba en casa dentro de su mente, es decir, cuando usted la imaginaba ? ”


–“ Si, pero además estaba en casa… ”


–“¡ Ajá !
       ¿ Y usted pensaba constantemente en ella ? ”


–“ No. Mi trabajo me absorbe mucho. ”



–“ Claro.
       Pero en realidad Elianna dejaba de existir mientras usted no pensaba en ella, y aunque usted no lo crea, Elianna dejaba de existir de hecho.


Cuando vio mi cara de estúpido procedió con más cautela aún, y conforme fui escuchando, sus palabras se fueron convirtiendo en una verdad tan absoluta que el terror y la angustia comenzaron a apoderarse de mí, porque de alguna forma, yo sabía que lo que me estaba diciendo era la verdad...


       …Verá usted:
       cuando una mujer se enamora de un hombre, ella se entrega de tal forma que su existencia puede llegar a depender totalmente de ese hombre amado y ella comienza a ver a través de los ojos de él, y a vivir a través de la mente de él… y si ella no está en la mente de él, o si ella muere en la mente de él, ella muere de verdad… ”


–“¡ No !!!!!!
       Esas son fantasías solamente, ella no está muerta, ni le ha pasado        nada… es sólo una fantasía mía para negarla… ”
–“¿ Negarla ?”


–“¡ Negar que la amo !”


–“ Si…
       nunca se sabe lo que se tiene hasta que se ve perdido… Doctor. ”



El llanto me despertó.

Y al despertar mi desorientación era total.

No sabía donde estaba…
no sabía quién era yo…
no sabía que demonios me estaba pasando, excepto que tal vez había yo tenido la reina de las pesadillas.

Y ahora no sabía si acababa de despertar de un sueño que había sido mi vida, y entonces no sabía cuál era mi vida real, o si sólo había sido un sueño más.

¿ Una vida en un sueño, o un sueño en una vida ?

Esa era la pregunta…

Y de pronto tuve otra pesadilla: por un momento sentí que estaba vestido con una capa negra…

y con un anillo de rubí que resplandecía y me cegaba…

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